domingo, 13 de enero de 2013

Helo de nuevo.

Pues sí, hola de nuevo. Tras mucho tiempo con el blog abandonado, vuelvo a la carga. Tras las fechas navideñas en las que he estado liado, creyendome un rey mago de verdad. Por que bien mirado, todas las bicicletas que vendí estas fiestas al final habrán dibujado mas de una sonrisa en un montón de niños de Lanzarote. Si eso no es ser en parte un rey mago,,,,,,, vale, que hubiese sido mejor regalarlas que venderlas, que la cosa está muy mala, pero ese por ahora es mi trabajo, vender y reparar bicicletas. Y me gusta. ¿Cuantos pueden decir lo mismo de su trabajo? Las fiestas navideñas ya pasaron, para mí, como dato mas reseñable, los 2 puntos en la cabeza que le dieron a Adrián el día 25. Nada, que el jodio chico no se puede estar quieto un rato y se calló de cabeza encima de un bloque de hormigón, y clash, en toda la esquina. Bueno, el paciente ya está bien, el recuerdo de la cicatriz tampoco es muy grande y se la tapa el flequillo. De entrenos la cosa vá mas o menos. Con las fiestas la cosa tuvo que aflojar bastante, pues algunos días trabajamos por la tarde y el tiempo me iba muy justo, pero ya estamos otra vez a ello. Estos ultimos fines de semana, tras la salida en bici, nos hemos dedicado Tania, Adrián y yo a subir las montañas que rodean nuestro pequeño pueblo. Hoy tocó subir Timbayba, que está justo frente a mi casa.
  Nada mas llegar nos encontramos unos colmillos de "diente de sable", o al menos eso  es lo que dice Adrián, a mí me parecían mas los cuernos de una cabra, pero si a el le hacía ilusión, pues.....
                         Aquí Adrián comparando el tamaño de los "colmillos" con su píe.

 Luego tocó la subida propiamente dicha. Un poco de viento frio, y eso que lucía el sol. Pero subimos por su cara norte y eso se notó. Al fondo, se puede ver el risco de Famara.

Por ultimo, antes de irnos, encontramos (bueno, en realidad, yo lo tenía localizado pues voy a correr casi siempre por esa zona) un pequeño nido de pajaro. Ya sé que no es la epoca, y ni el día que lo descubrí ni hoy, estaba ninguno de los pajaros por la zona, así que supongo que ese nido lleva tiempo allí y eso polluelos nunca verán la luz. Pero a los enanos esas pequeñas cosas les hacen mucha ilusión.  Y mas a estos dos. Tania seguidora del Jesus Calleja y Adrián adorador del Frank de la jungla, jajaja. 

La foto del nido, dentro de una aulaga, la planta-cactus o lo que sea, carateristico de la zona.

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