Que caló.

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   Dios, vaya semanita de calor que llevamos, por el día no se puede salir a la calle, pero es que por la noche no ahi quien duerma. La cama para mí solito, sin ropa, sudando, miraba el termometro del despertador y marcaba los 30º y eso que según se hacía de noche, abrí la persiana de la habitación para que se refrescara. Pero la abrí solo un rato, que había un podio perenquén en la pared, y me daba cosa de que entrara para casa, que les tengo un asco a los jodios bichos que ni pa qué.
  El Adrían, sigue enfermo, aunque yá hoy parece que vá remitiendo la fiebre. Eso sí, el jodío  no paraba, y eso que por momentos le subió a 39´9,   a mí me pilla eso y me tumba, pero el ni papa, como una moto.
  Todavía me duran las agujetas de la carrera del domingo, pero mañana, si como dicen, deja de hacer tanto calor, ya empiezo a hacer algo de deporte.
  Hoy tambien, ultimo día de cole, empiezan las vacaciones. El Adrián, como era normal, no ha ido en toda la semana, pero Tania sí. Y  a esta ultima le tocaba excursión a la playa, al caletón blanco, junto a Orzola. Y allí nos fuimos tambien,(bueno, Adrián se quedó en casa de los abuelos) que el profe necesitaba ayuda para controlar a todo el ganado. Con eso aproveché y me eché unos pequeños nados.